Updated on June 11, 2025.
Los anticonceptivos hormonales funcionan liberando hormonas en el cuerpo para ayudar a prevenir el embarazo. Las hormonas pueden administrarse mediante pastillas, parches, inyecciones, dispositivos intrauterinos (DIU), implantes o un anillo que se coloca en la vagina.
El ejemplo más conocido de anticonceptivo hormonal es la píldora anticonceptiva. La primera píldora anticonceptiva estuvo disponible en 1960. Hoy en día, las píldoras anticonceptivas son el anticonceptivo hormonal más recetado en Estados Unidos.
A continuación, encontrará respuestas a preguntas frecuentes sobre anticonceptivos hormonales, como: ¿Qué hormonas contienen los anticonceptivos hormonales? ¿Cómo ayudan las hormonas a prevenir el embarazo? ¿Y cómo decidir si usar un método hormonal o no hormonal (o ambos)?
Las hormonas en los anticonceptivos hormonales
Los anticonceptivos hormonales contienen versiones de laboratorio de la hormona progesterona, llamada progestina. Algunos anticonceptivos hormonales contienen una combinación de progestina y una versión de laboratorio del estrógeno. Estas hormonas previenen el embarazo de tres maneras diferentes:
- Impiden que el ovario libere un óvulo, lo que significa que no hay óvulo en el útero para que el espermatozoide lo fecunde.
- Espesan el moco cervical, creando una barrera pegajosa que dificulta que el espermatozoide llegue al óvulo.
- Impiden que el revestimiento del útero se engrose. Esto dificulta la implantación de un óvulo fecundado. Esta es también la razón por la que las personas que toman anticonceptivos hormonales continuos no tienen la menstruación, pero pueden experimentar sangrado por deprivación.
Es importante recordar que esta es una explicación sencilla de cómo funcionan los anticonceptivos hormonales. Existen diferencias importantes entre los distintos tipos de anticonceptivos hormonales, incluyendo la rapidez con la que empiezan a actuar para prevenir el embarazo y su eficacia general. En ocasiones, podrían necesitarse métodos anticonceptivos de respaldo. Un profesional de la salud será su mejor fuente de información.
También es importante recordar que los anticonceptivos hormonales no protegen contra las infecciones de transmisión sexual (ITS).
Anticonceptivos hormonales y efectos secundarios
Los anticonceptivos hormonales generalmente son seguros para la mayoría de las personas y, cuando se usan correctamente, son muy eficaces para prevenir embarazos no planificados.
Los anticonceptivos hormonales también se pueden recetar por razones no relacionadas con la anticoncepción. Pueden usarse para ayudar a regular un ciclo menstrual irregular o para tratar afecciones como menstruaciones abundantes y dolorosas, migrañas menstruales y endometriosis (una enfermedad en la que tejido similar al revestimiento del útero crece fuera del útero).
Como con cualquier medicamento, existe el riesgo de efectos secundarios. Estos varían según el anticonceptivo utilizado y las hormonas que contiene. Los anticonceptivos de solo progestina y los de progestina y estrógeno tienen diferentes efectos secundarios. Algunos ejemplos comunes de efectos secundarios incluyen sangrado menstrual irregular, náuseas, aumento de peso, acné y dolor de cabeza. (Esta no es una lista completa de efectos secundarios; debe consultar la información de prescripción del anticonceptivo para obtener una lista completa).
Las personas con ciertas afecciones médicas y quienes toman ciertos medicamentos no deben usar anticonceptivos hormonales. Antes de comenzar cualquier tratamiento, su profesional de la salud necesita información detallada sobre su historial médico y una lista de todos los medicamentos que toma (incluidos los de venta libre y los suplementos).
Nuevamente, su proveedor de atención médica será su mejor fuente de información sobre anticonceptivos y decisiones sobre su salud.